domingo, mayo 30, 2010

Desespejismo

Las nubes del alba marcan el fin del tiempo eterno, bello.
La luz matinal cubre implacable este desierto que es el camino del metro hasta tu puerta.
Recorro mentalmente este camino y me duele la seca soledad de mis huesos:
esta vez no vendrás a mi encuentro.
Los besos de agua quedan atrapados en la luz del alba
y siento que para atravesar el desierto no hay fuente que baste.
***
Camino. Me siento, leo y espero. No muero.
Cuando en fin atravieso tu puerta encuentro un oasis tan imaginario como el desierto.
No hay agua, no hay besos, sólo nubes tibias sobre las cuales puedo descansar.
Y desde ahí te veo, limpio y silencioso como un misterio.
Y desde ahí me ves ¿también como un misterio?
***
Mis huesos se bastan, sobre todo en días de lluvia.
Mis huesos guardan entre sus poros oasis, besos de agua y los besos del agua.

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